Tefi, el perro robot que hace a los invidentes la vida más fácil

El perro robot que ayuda a las personas ciegas
El perro robótico Tefi, creado por investigadores del CSIC, está pensado para asistir a personas con discapacidad. / Lorenzo Plana / CSIC Comunicación

La tecnología casi siempre tiene buena acogida, aunque a veces se cuestiona si causa más daños que beneficios pero, con inventos como el perro robot la tecnología se alía con los humanos. Tefi fue creado por el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información (ITEFI) y reconoce perfectamente objetos y humanos, lo que sirve tanto para guiar a personas con limitaciones visuales como a aquellas que sufren afecciones como demencia o alzheimer. 

Con el uso de tecnologías asociadas a la inteligencia artificial (IA) y al aprendizaje automático, el perro robot reconoce si un semáforo está en rojo o verde y puede incluso medir la presión arterial. 

¿Cómo ha avanzado la robótica en los últimos años? 

A lo largo de los años, la robótica ha experimentado una serie de transformaciones que han permitido mejorar cada vez más la locomoción, autonomía, inteligencia y rendimiento de los robots con el fin de acercarse al propósito de asistir a los humanos. De esta manera, el perro robot ayuda a las personas ciegas y con otras enfermedades.

En 1989, varios autores liderados por Marc H. Raibert, presentaron el informe Dynamically Stable Legged Locomotion que sentó las bases de la locomoción de los robots con patas. El estudio se centra en un androide cuadrúpedo llamado BigDog, que utiliza una combinación de control dinámico y retroalimentación de fuerza para mantener su estabilidad y equilibrio en terrenos irregulares.

El impacto de este informe en el campo de la robótica fue tan significativo, que demostró que era posible diseñar robots capaces de tener locomoción dinámica estable, lo que abrió nuevas posibilidades para su uso en aplicaciones militares, de búsqueda y rescate, e incluso en el hogar. El documento también generó gran interés en la comunidad científica y tecnológica, lo que llevó a una mayor investigación y desarrollo en el campo de la robótica y la locomoción. 

Algunos de los avances más importantes son en cuanto a los sensores, que permiten que los robots puedan detectar y responder a su entorno de manera más efectiva. En materia tecnológica, se han desarrollado algoritmos de aprendizaje automático y se ha aumentado la capacidad de procesamiento de datos, que los habilita para que puedan aprender de manera autónoma. 

Actualmente, las capacidades de los robots son definidas por la compenetración entre su estructura física y el programa informático que alberga su cerebro. Los androides de hoy no solo están al servicio de las personas sino de la ciencia y los diferentes sectores de la economía, pues pueden desplazarse vía terrestre, aérea y acuática. 

El uso de robots para explorar zonas 

La tecnología y la robótica son de gran ayuda en diferentes sectores productivos, Iberdrola, por ejemplo, está haciendo uso del robot Antecursor I para hacer exploraciones en tiempo real en cualquier parte del mundo. El androide, que logra un mantenimiento predictivo automático y digital de las infraestructuras eléctricas, fue creado por Iberdrola y la compañía Arbórea Intellbird. 

El robot fue desarrollado para captar datos de manera automática de todas las estructuras críticas de las subestaciones de la compañía y usa sensores de alta resolución de imagen visible y termográfica, además envía los datos en tiempo real mediante la red 5G de Orange a la “torre de control virtual”, ubicada en las instalaciones de Arbórea en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca. Al analizar los datos es posible detectar, medir y cuantificar anomalías. Antecursor I permite obtener una mayor trazabilidad de las subestaciones transformadoras, preservar la seguridad de los trabajadores y evaluar posibles daños sin necesidad de desplazarse sobre el terreno, lo que lleva a una mayor eficiencia y una notable reducción de costes y emisiones de CO2. 

A través de creaciones como Tefi y Antecursor I, queda claro que la robótica no tiene como objetivo reemplazar a la humanidad, sino más bien complementarla y servirle en diversas áreas de la vida. 

Si bien es cierto que algunos empleos pueden verse afectados por la automatización y la inteligencia artificial, la mayoría de las aplicaciones robóticas se enfocan en mejorar la eficiencia, la seguridad y la calidad de vida de las personas. 

En lugar de temer a la robótica como una amenaza, la humanidad entera debería acogerla como una herramienta poderosa para resolver problemas complejos y continuar invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías.