El surf es un deporte que requiere de mucha coordinación y fuerza. No solo física, sino también mental. Para muchos es una forma de relajación, de olvidarse de todos los problemas cotidianos.
Para otras personas, el surf es una terapia de superación personal. Ahí nace el surf inclusivo o adaptado, una actividad que permite a personas con diferentes capacidades disfrutar de las olas. El surf inclusivo es una forma de practicar este deporte en la que todos pueden participar.
De hecho, el surf adaptado ya es una categoría de los Juegos Olímpicos y el campeón mundial de este deporte es español: Aitor Francesena, el rider vasco que acaba de ganar el primer premio en el campeonato del mundo, el Adaptive Surfing Professionals World Championship Tour, un novedoso circuito mundial en el que han competido más de 90 surfistas de 16 países.
Francesena ya fue el número 1 del mundo en 2016 y 2020, además de bronce en 2017 y cuarto en 2018 y 2021, un surfista invidente que casi siempre toca podium. Pero este año el surfista de Zarautz, apodado Gallo, se ha alzado con el título después de imponerse en el US Open, donde ha culminado una temporada en la que además logró la segunda plaza en Hawái.
El deportista ha sido uno de los primeros entrenadores de esta disciplina y ha sido el primer seleccionador de España. Ha guiado a otros surfistas como Aritz Aranburu, que ha ascendido dos veces a la élite mundial.
Otros deportistas como Francesena se superan cada día en el surf
Pero el caso de Francesena no es el único en España. Clubes como el Abanca Pantín Classic promueven el campeonato estatal de surf adaptado y así, deportistas como Daniel Souto cogen las olas de la vida una y otra vez. Caen y se levantan. Daniel Souto, que tiene 47 años, hace unos años que se batía en duelo con un cáncer metastásico que ha superado tras meses de quimioterapia. A pesar de que ha perdido la visión de un ojo por la radioterapia, sus médicos le han permitido volver a surfear. Dice que no hay mejor terapia que la vida. Por eso este año ha vuelto a competir en el Abanca Surf Adaptado junto a una treintena de atletas con discapacidad de varios países (Canadá, Argentina, Francia, Alemania o Brasil).
Los organizadores del campeonato en España afirman que las categorías se adaptan a las necesidades de los participantes y los jueces valoran en consecuencia. Victoria Feige, de 18 años, ha llegado este año al Abanca Pantín Classic tras haber sufrido una mala caída haciendo snowboard que le fracturó la columna y le mantiene paralizado el cuerpo de cintura para abajo. Su falta de movilidad no le afecta a su falta de energía. Tampoco para volver a esquiar, a surfear y ser la primera fisioterapeuta norteamericana que va en silla de ruedas.
El surf fomenta la inclusión social y la igualdad de oportunidades. No importa la edad, el género, la capacidad física o mental, todos pueden disfrutar del surf. Cabalgar una ola es una forma de enfrentarse a los miedos y a las adversidades de la vida de las que estos deportistas tienen mucho que decir y muchas lecciones vitales que ofrecer.