Antiguamente, las mujeres tenían un rol fundamental en la educación de sus hijos, muchas de ellas eran amas de casa y su “misión” era la de criarles. Sin embargo, esa responsabilidad recae también en los padres y, por supuesto, en los profesores.
Hay numerosas educadoras que han marcado la vida de sus alumnos: ¿quién no recuerda a su maestra favorita? Y en casa, ¿quién te ayudaba a hacer los deberes día a día?
Actualmente, estas acciones no siempre están reconocidas, ni siquiera por ellas mismas, que le quitan valor a esa tarea a largo plazo que es la educación. “Tenemos que perder el miedo a brillar: quizás es pronto para el análisis, pero no es pronto para la solución”, afirmó Ana María Farré, directora de la comunidad Mujeres Líderes en Educación en el evento Mujeres que brillan en Educación, organizado por Iberdrola en el contexto del Día de la Mujer, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
En el acto, se destacó la importancia de la innovación, la relevancia del rol del profesorado como diseñadores del aprendizaje, cómo gestionar la digitalización para la educación, cuestiones sobre neurociencia, consecuencias de la pandemia en el aprendizaje, y, por supuesto, el papel fundamental de la mujer en el ámbito educativo.
En él participaron, Alicia Bastos, directora nacional del método Johansen y psicóloga clínica por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, quien desarrolla una importante labor como terapeuta. También en materia de reflejos en el Instituto de Psicología Neuro-Fisiológica y de reorganización neurofuncional Padovan: Irene Arrimadas, directora del Departamento de Innovación Pedagógica de Escuelas Católicas y directora de la Revista Educadores, representante de Escuelas Católicas en el Observatorio Estatal para la Convivencia Escolar del MEFP y miembro de su Comisión Permanente; María Zabala, autora del libro Ser padres en la era digital, periodista, consultora en comunicación y fundadora de iWomanish, un blog en la que comparte información sobre la convivencia responsable e informada con la tecnología. El encuentro fue moderado por Ana María Farré, directora de la comunidad MLE.
Una idea compartida por todas las ponentes de la mesa, fue la de que se está produciendo una transformación en la sociedad que conlleva cambios de la cultura organizativa y donde el liderazgo de la mujer está siendo notable: un cambio en el que las mujeres son las protagonistas.
Para seguir la senda, “necesitamos que las familias sean partícipes de la educación. El desafío es el de la personalización, atender al alumno cuando lo necesita y que se sienta el protagonista”, afirmó la ponente Irene Arrimadas.
La educación es hacer brillar a nuestros hijos e hijas
María Zabala destacó que educar consiste en hacer brillar a nuestros hijos e hijas: “Los padres y los docentes tendemos a echarnos la culpa los unos a otros, pero, de alguna manera tenemos que trabajar más en equipo. Tenemos que recordar que en ningún caso la educación es una inversión a corto plazo”.
“Lo que necesitamos es actitud. Estos son también nuestros tiempos, no podemos decir: ‘esto de lo digital nos ha pillado mayores’, tenemos que esforzarnos para ser ejemplo en el uso de esa tecnología”, manifestó en el evento.
Todas las ponentes destacaron la importancia del papel de la mujer en la Educación, un laboratorio de aprendizaje constante, que vive un momento de cambio social, político y económico que puede convertirse en una oportunidad para formar a los y las líderes del futuro.