Mafalda, la niña feminista

Mafalda escuchando música

Como cada año, el 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña. Un día de reivindicación y de lucha para lograr que todas las niñas, vivan en el país que vivan, tengan acceso a las mismas oportunidades que el resto de sus compañeros varones.

Que no tengan que verse obligadas a casarse cuando aún son demasiado pequeñas como para entender las consecuencias de este compromiso; que no vean la violencia de género como algo que hay que asumir por ser mujer; o que nadie se ría de ellas por querer tener una profesión “de hombres” como doctora, científica, informática, ingeniera o arquitecta.

Este año, este día se celebra con un sabor un tanto amargo. Y es que la que ha sido para muchas niñas su primer referente feminista, se ha quedado huérfana. Mafalda perdía a Quino el pasado 30 de septiembre dejándonos a todas también un poquito huérfanas de referentes feministas. 

Mafalda nos enseñó sororidad

Sin embargo nos quedan más de 50 años en cómics de esta niña rechoncheta, contestona, resabiada, irónica, que jamás pasó por el aro, que nunca se conformó, que igualmente era adorable y que no estaba “más guapa calladita” porque, sencillamente no necesitaba siquiera ser guapa para decir lo que tenía que decir.

Mucho antes de que el feminismo tomase la conciencia social que tiene hoy en día, Mafalda y su amiga Libertad ya nos enseñaron lo que significaba la sororidad y dejó en la mente de las niñas que leían estos cómics un germen perfecto para que ellas también aprendiesen a cuestionar que la maternidad no es el fin último de la mujer y poniendo en tela de juicio todos los tópicos que teníamos aprendidos desde siempre, como por ejemplo, que un hombre no puede llevar el pelo largo, que las niñas están siempre pendientes de la última moda o que es la madre la que carga con todas las tareas del hogar. 

Mafalda nos enseñó la ironía

Podríamos estar años hablando de viñetas en las que Mafalda nos enseñó a ser un poco más feministas, pero hoy queremos destacar ésta en la que está en el colegio y tiene que escribir esta frase tan manida: “Mi mamá me mima”. Ante esta representación de la mujer como figura dedicada al amor, nuestra Mafalda se levanta, la felicita y le implora: “Y ahora, por favor, enséñenos cosas realmente importantes”.

 

Viñeta Mafalda

Mafalda contra todas las injusticias

O está otra en la que Mafalda le pregunta a su madre, quien, por cierto, cumple con todos los tópicos contra los que lucha nuestra pequeña feminista, que qué opina del movimiento por la liberación de la mujer. Sin embargo, no consigue terminar la frase, ya que se encuentra a su madre fregando el suelo de rodillas.

Viñeta corta de Mafalda

 

Pero Mafalda no solo luchaba contra el machismo. En su lista de cosas con las que quería acabar se encontraban todo tipo de injusticias, como la guerra o el cambio climático. 

Ahora que Quino se ha ido, en nuestra mano tenemos el deber de seguir permitiendo que esta niña hable, pregunte, conteste e incomode a quien tenga que hacerlo para conseguir un mundo más justo y, quién sabe, quizá que en el algún momento no tengamos que marcar un día en el calendario para luchar por una igualdad de derechos entre todas las niñas del mundo.

En nuestra mano queda que Mafalda no vuelva a decir: “Paren el mundo, que me quiero bajar”.