La vida en la ciudad y la vida en el campo son totalmente opuestas. Así, mientras en la primera gozamos de un sinfín de actividades, de mayor número de ofertas laborales y de cultura y ocio a manos llenas, en la segunda encontramos tranquilidad, paz y sosiego.
Entonces ¿qué es mejor? Dicen que la gente que vive en un entorno rural es más optimista que la que vive en áreas urbanas. Y es que las calificaciones de satisfacción suelen ser mayores a las afueras que en pleno centro, según un estudio reciente hecho en nuestro país.
El coste de la vida, la educación, la salud física y mental…son algunas de las razones por las que los jóvenes de hoy en día migran buscando zonas alejadas de la ciudad y del bullicio. No obstante, el empleo y la economía siguen siendo una razón de peso para quedarse y seguir luchando entre el humo y el ruido de los coches.
BUSCANDO UN PLAN B: AUTOGESTIÓN Y VIDA SENCILLA
Y es que los últimos años hemos visto a mucha gente luchar para mantenerse a flote: autónomos, emprendedores ilusionados y pequeñas y medianas empresas han dedicado todo su tiempo, esfuerzo y conocimiento a sacar adelante una idea que, en muchas ocasiones, se ha visto imposibilitada por la vasta competencia en el mercado. Así, muchos han desistido en su cometido, buscando un plan b: la migración a zonas rurales.
Casas asequibles y terrenos a bajo coste que permiten soñar despiertos con un proyecto vital. Huertos auto gestionados o productos adquiridos a través de vecinos o asociaciones a bajo coste. Aire puro, contacto con la naturaleza, silencio…razones hay miles a la hora de tomar la decisión de vivir alejados de zonas urbanas y grandes capitales. Además, en muchas ocasiones podemos ver que ayuntamientos y centros estatales facilitan este cambio y favorecen a los jóvenes que cambian de ubicación, ofreciéndoles, ayudas monetarias y urbanísticas.
VIVIR EN EL CAMPO: TODO SON VENTAJAS
¡No es fácil tomar la decisión! Y es que, sin duda, habría que renunciar a algunas comodidades y lanzarse a la aventura sin el éxito asegurado. No obstante, siempre puedes hacer la infalible lista de pros y contras y esperar a que la balanza se incline hacia uno u otro lado.
Cuanto lo hagas, en la lista del “plan rural” encontrarás motivos como estos:
-Libertad y tiempo para ti y tus proyectos: lejos de la multitud enloquecida sentirás alivio y podrás disfrutar de tus pasiones y pasatiempos.
-Cultivar alimentos saludables: productos frescos de cultivo vigilado y sin pesticidas.
– Escapar de la contaminación: cada año mueren más personas por el humo contaminantes de coches y medios de transporte. La contaminación acústica también se podría añadir a la lista.
-Vecinos amigables: las personas en pequeñas comunidades rurales tienden a formar vínculos duraderos, y aunque las casas pueden no estar físicamente cerca, siempre se ayudan unas a otras cuando es necesario.
-Paz y tranquilidad: tal y como decíamos antes, el aislamiento proporciona mucha calma interior y las personas con espíritu creativo pueden encontrar el mejor reposo.
-Vida sostenible: puedes cultivar tus propios alimentos y estar virtualmente libre de la vulnerabilidad de los suministros energéticos o industriales de hoy en día.
¡Así, podríamos seguir enumerando razones por las que vivir alejados de las zonas urbanas te hará disfrutar de beneficios incalculables!