Suzanne Spaak, una mujer valiente en el holocausto

Suzanne Spaak dio su vida por salvar a cientos de niños judíos en el París ocupado por los nazis. Anne Nelson, periodista que ha recogido su historia en un libro llamado ‘Los niños de Suzanne’, defiende que historias como esta no deberían jamás quedarse en el olvido. Es un ejemplo de amor y solidaridad para el mundo.

Ciertamente, hubo muchas personas que ayudaron a los judíos durante La catástrofe, pero no todas sufrieron las mismas complicaciones. Sin desmerecer a soldados y dirigentes es importante contextualizar la situación para valorar la valentía y moralidad de nuestra protagonista. Y es que hablamos de una mujer en tiempos en los que el género femenino disponía de poca o ninguna autonomía.

Suzanne no podía votar. Tampoco podía disponer de su propio dinero sin el consentimiento de su marido, y aun así decidió aventurarse en la complicada tarea de crear una red de ayuda organizada. Así, rescató a niños judíos de campos de concentración Nazi. Y es que existen personas que son capaces de olvidar su vida personal en beneficio de la justicia y la excelencia. Personas que se despojan de egos individuales y encuentran en un ideal elevado su razón de ser, idealistas los llaman.

LA BIOGRAFÍA DE LA HEROÍNA SUZANNE SPAAK

La mujer que ocupa ahora estas líneas era hija de un famoso banquero y cuñada de un ministro de la época, ventajas que aprovechó para acceder a altos cargos de la sociedad como jueces y autores y recordarles sin descanso su deber de actuar contra la barbarie y la persecución de criaturas inocentes. Suzanne se mantuvo concentrada y devota, actuando contra un régimen cruel y abusivo, accionando sin miedo y cumpliendo todas las tareas que estaban a su alcance. Entre otras, mecanografiar y distribuir panfletos antifascistas.

Suzanne se mantuvo firme en sus decisiones, repartiendo panfletos antifascistas para concienciar de la situación europea

Suzanne Spaak, una mujer valiente en el holocausto Madre de dos hijos y esposa de un hombre al que jamás pudo sentir cómplice de su cometido, Suzanne brindó refugio en su propia casa a niños judíos hasta que fueron llevados a hogares de personas dispuestas a seguir ocultándolos. Más aún, suministrándoles, a riesgo de su propia vida, ropa y cartillas de racionamiento.

Un año antes de acabar la Segunda Guerra Mundial, en el año 1943, Suzanne fue arrestada y llevada a prisión tras ser descubierta en una de sus cruzadas. Prudente y muy consciente de esta posibilidad, pudo entregar las listas de niños y direcciones a un camarada de la resistencia y así, consiguió salvarlos. Meses más tarde y una semana antes de la liberación de la capital francesa, Suzanne fue ejecutada por los alemanes y su historia quedó entre los escombros de un París hecho cenizas.

Más de 500 niños se salvaron gracias al buen hacer de esta mujer, a su valentía en tiempos de brutalidad y a su fuerte sentimiento humanitario. Niños que, a pesar de vivir con el drama, ahora tienen una vida y veneran a su heroína bélica. Ojalá existan más mujeres como Suzanne con el fin de cambiar hacer el mundo un lugar mejor.