Súper Antonio, una historia de integración social

Super Antonio

Antonio está totalmente integrado en su centro escolar y entre sus compañeros. Tanto para maestros y orientadores como para sus compañeros de clase, Antonio es un chico exactamente igual que todos los demás. Tiene una discapacidad motora, va en silla de ruedas. Pero eso no le impide ni jugar, ni leer, ni compartir bromas. Sus amigos lo definen como un chico risueño, divertido y muy social.

Todos los que le conocen y le tratan a diario, coinciden en que el hecho de tenerlo entre ellos hace que las cosas se hacen diferentes. Antonio es un ejemplo a muchos de sus semejantes y su discapacidad no le impide formar parte de las actividades que se realizan a diario. Le colman de besos y abrazos, le animas en todos sus retos y lo quieren mucho. Así lo expresa su monitora que asegura que Antonio “es muy expresivo y ayuda muchísimo a los demás”.

Su monitora afirma que Antonio es muy expresivo y ayuda muchísimo a los demás

Es una teoría confirmada, las personas que tienen más problemas son siempre las más conscientes y las que más ayudan a su alrededor. Ciertamente, son personas que saben el valor de una sonrisa y la necesidad de esta en tiempos de oscuridad. Y es que las historias de superación personal traen consigo el más bello mensaje para la humanidad: ser distintos nos hace únicos y especiales, nuestra valía es indiscutible y cada uno de nosotros tiene algo maravilloso que aportar a la comunidad.

LA HISTORIA DE ANTONIO, UN SÚPER NIÑO CON DISPACIDAD MOTORA

Cuenta su monitora, que un compañero de la clase de Antonio llevaba días en una constante de lamentos y lloros. Antonio, preocupado, decidió escribirle una carta agradeciéndole su amistad y animándole a no preocuparse demasiado por las cosas. Así, entendemos que lo adoren, y que griten su nombre cuando llega de rehabilitación a las diez de la mañana, un poco más tarde que el resto de sus compañeros. Según su profesora, la llegada de Antonio es siempre motivo de entusiasmo y júbilo.

Cuando Antonio supo que un compañero estaba triste decidió escribirle una carTa para agradecerle su amistad

El director, Alfonso, narra la preocupación que existía por parte de algunos padres y miembros del  centro por la adaptación de Antonio antes de conocerlo. Más tarde, Antonio demostró rápidamente su capacidad para convivir con el resto de sus compañeros y compartió sus competencias, dando absoluta tranquilidad a sus profesores y educadores.

Le encanta su colegio, y sus compañeros ya no sabrían vivir sin él. Este superhéroe de San Fernando (Cádiz) se ha convertido en todo un fenómeno en YouTube, con solo cinco años ha despertado el interés de medios tantos a nivel local como internacional. Un vídeo que apoya la inclusión social y defiende que otra realidad es posible y que “querer es poder”. Y así, vemos que la discapacidad motora no supone ningún impedimento para ser educado como al resto de niños, y que la integración social existe, gracias a personas que trabajan en ello día a día.

Por suerte, Antonio es solo un ejemplo de muchos. Cada día, se integran en colegios cientos de niños discapacitados sin dificultad. La tendencia hacia la integración es siempre una buena noticia, y a pesar de que aún queda mucho trabajo por hacer, ya se está realizando una completa reestructuración del sistema educativo para introducir nuevos métodos que faciliten esta tarea tanto a alumnos como a docentes.


“Nunca sabes el final del camino y nunca hay que perder la esperanza ni la fe”